¿Puede construirse una casa sin puertas?

¡En ocasiones pasamos por alto cosas que son de uso común y no le damos la importancia que tienen! Una de estas cosas importantes es la puerta de una casa.
Jesucristo en el domingo XXI del tiempo ordinario, él mismo se nos revela como la puerta para entrar a la casa del Padre.
Po1r medio del Evangelio de San Juan (9-10 nos dice: “Yo soy la puerta de las ovejas. El que entra por mí, está a salvo. Circula libremente y encuentra alimento”.

Con toda claridad el Señor Jesús se denomina así mismo como la puerta necesaria para entrar a la casa del Padre y así nos lo confirma el mensaje. (Lc. 13:22-30): “Esfuércense de entrar por la puerta angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar”. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y no podrán tocar la puerta diciendo “Señor ábrenos, pero él le responderá. ¡No sé quiénes son ustedes!”.

Recapitulemos: el hombre en su vida tiene dos opciones:
Una, seguir a Cristo, gustando de su presencia imitando y siguiendo sus pasos para no equivocarse.
La otra opción, seguir las costumbres y criterios del mundo, disfrutando de las cosas, placeres que nos ofrece, si bien con la vaciedad que brota enseguida.
A propósito, nos preguntamos: ¿Qué quiso decir Jesús con la imagen de la puerta estrecha? ¿Qué te dice a ti?
– ¿Será para que conozcas mejor a Jesucristo, para que no te vayas de este mundo sin antes tener un encuentro personal con él en este año Jubilar de la Misericordia?
– ¿Será para que aproveches las Eucaristías dominicales participando y disfrutando de la presencia real de Jesucristo en este sacramento?Los siete Sacramentos
– ¿Será para que bajes la guardia a tu ego y soberbia y te dejes guiar por el Espíritu Santo, el que hace posible que la vida de los hombres sea agradable a Dios?
– ¿Será tal vez para que te sigas ejercitando en los sacramentos, dones, y las virtudes como pautas a seguir en la vocación de hombre y cristiano?

– ¿Será para que seas hombre de oración y tu mismo trabajo se convierte en oración, estando en unión estrecha con Cristo Jesús?
El Señor en su bondad, nos hace ver la puerta estrecha para ajustarnos a ella, extirpando el pecado y todo mal que daña a la familia y a la sociedad.

¡Ahora, pues, es el tiempo favorable, el tiempo de la misericordia, del perdón, de acumular la mayor cantidad de obras buenas, preparándonos al retornar a la casa del Padre por la puerta que es Jesús y por el conductor fiel que es el Espíritu Santo!

Pbro. José Medina Montoya

Casa San josé

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