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Cuaresma, tiempo favorable para volver a Dios

Hace unos días encontré en la portada de un calendario una frase que decía: “Si juzgas a tu prójimo incluye también sus virtudes”.

El hombre este hecho de virtudes y defectos…el hombre perfecto no existe.

Cristo como hombre, conducido por el Espíritu subió a la montaña y allí después de unos días de ayuno, oración y penitencia como preparación a la Misión que el Padre le había asignado sintió hambre y fue tentado por el diablo.

Fue probado de tres modos: a).- había pasado tiempo en la montaña y tuvo hambre y buscaba alimento. Se le presentó el diablo y le dijo: “Manda que estas piedras se conviertan en pan, a lo cual Jesús respondió: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios”.

b).- Estando en un sitio elevado, el diablo le expresó: me ha sido dado todo poder y todos estos reinos son míos y yo te los doy, si me adoras, a lo cual Jesús comentó: “Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo servirás”.

c).- Instalado en la parte más alta del templo, el diablo le insinuó: si eres el Hijo de Dios arrójate de aquí, pues está escrito: los ángeles del Señor tienen órdenes de sostenerte en las manos para que tus pies no tropiecen con las piedras, y Jesús lo cayó diciéndole: “No tentaras al Señor tu Dios”.

La primera impresión es que estas tentaciones son propias de Jesús, más yendo al fondo de las cosas se constata que son las tentaciones normales de todo hombre: ¿A caso el vivir bien y con lujos no es lo que nos mueve? ¿Por qué trabajamos todos los días? ¿Por qué la exigencia de trabajo  de la mujer  fuera de  casa?

El pan material es imprescindible, eso nadie lo duda.

Esto es el alimento del cuerpo y ¿el alimento del alma? Nuestra naturaleza está formada de cuerpo y alma….entonces ¿por qué darle poca importancia a la parte espiritual? El mandamiento de Dios sigue vigente: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y después a los tuyos, a tu prójimo y cuantos se crucen en tu vida”.

Tal vez el momento que está a tu alcance es el domingo.

Aprovéchalo pues, para dar gracias a Dios a la luz de Él para darle sentido a tu vida y pedirle la sabiduría para descubrir lo importante de tu vida de persona, de familia, de tu trabajo y  sociedad.

b.- Sólo Dios merece la adoración porque gracias a Él tenemos vida humana y divina. Porque Él ha tomado la iniciativa en la reciprocidad del amor. Gracias a Él y  a su Providencia infinita, “existimos, nos movemos y somos”. Por tal motivo nadie más puede adjudicarse con justicia la adoración a Dios.

El hombre de hoy, se inclina ante cualquier becerro de oro con tal de sacar ventaja; hay muchos dioses a los cuales les rendimos pleitesía entre ellos: el egocentrismo, el hedonismo, el dinero, los bienes, el poder, etc.

Recuerda que los verdaderos adoradores del Padre deben hacerlo en espíritu y verdad.

c.- Por desgracia se ha hecho común en nuestra sociedad, el chantaje, la mentira, la deshonestidad, el robo, la hipocresía y tentamos a Dios acercándonos con falacias y promesas cuando sabemos que nuestras vidas no deberían ser  así.

¡Cuántas cosas debemos aprender de la vida de Jesús que quiso hacerse hombre para decirnos y  mostrarnos  que es posible  ser hombre leales, coherentes, agradecidos sobre todo con Dios y con nuestros semejantes!

Esta Cuaresma y Año Jubilar de la Misericordia nos invita a dejar el hombre viejo y revestirnos del hombre nuevo creado en la justicia y santidad de Dios.

“No pases la puerta de la Misericordia con los brazos cruzados; sino con los brazos en alto alabando a Dios por su perdón y fortaleza”.

¡El trabajo personal y comunitario es difícil pero vale la pena intentarlo en el Nombre del Señor! ¡Feliz encuentro con Cristo en esta Cuaresma!

 

Pbro. José Medina Montoya

Casa San José

 

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