Eventos
Feliz día mamá.
En este día, junto con los Sacerdotes beneficiados por el apoyo constante de sus benefactores, queremos compartir la oración que dirigió el Santo Padre, Francisco, con ocasión de la celebración del día de la Madre:
Ayúdame Señor a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que quieren decirme, y a responderles todas sus preguntas con amabilidad. Evítame que los interrumpa, que les dispute o contradiga. Hazme cortés con ellos, para que ellos sean conmigo de igual manera. Dame el valor de confesar mis errores, y pedirles perdón cuando comprenda que he cometido una falta. Impídeme que lastime los sentimientos de mis hijos. Prohíbeme que me ría de sus errores, o que recurra a la afrenta y a la burla como castigo. No me permitas que induzca a mis hijos a mentir o a robar. Guíame hora tras hora para que confirme, por lo que digo y hago, que la honestidad es fuente de felicidad. Modera, te ruego, la maldad en mí. Evítame que los incomode, y cuando esté malhumorada, ayúdame, Dios mío, a callarme. Hazme ciega ante los pequeños errores de mis hijos, y auxíliame a ver las cosas buenas que ellos hacen. Ayúdame a tratar a mis hijos como niños de su edad, y no me permitas exigirles el juicio y convicciones de los adultos. Facúltame para no robarles la oportunidad de confiar en sí mismos, pensar, escoger o tomar decisiones. Oponte a que los castigue para satisfacer mi egoísmo. Socórreme, para concederles todos los deseos que sean razonables, y apóyame, para tener el valor de negarles las comodidades que yo comprendo que les harán daño. Hazme justa y ecuánime, considerada y sociable para con mis hijos, de tal manera que ellos sientan todo mi amor. Amén.
Esta oración, no sólo es para que la recen las que tuvieron la gracia de Dios de ser mamás, sin duda es una reflexión para todos nosotros que nos recuerda todo lo que nuestra madre hizo por cada uno de sus hijos y seguramente nos llevará a celebrarlas con mayor gratitud, si cabe, como hijos que recibieron todo de ellas.
Reflexiones
¿Te has preguntado que espera Dios de ti en esta Cuaresma?
El ejemplo que Jesús nos participa acerca del árbol de la higuera para ubicarnos en nuestra condición de pecadores es excelente.
El árbol de la higuera puede ser frondoso, de buena sombra, con buenas raíces, pero…. ¿y si no da frutos?
Este es un cuestionamiento valido para aplicarlo a nuestra vida y especialmente a nuestra cultura moderna, la cual se caracteriza por acumular cosas, unas ciertamente necesarias, pero ¿y las otras?…..
Poseemos cosas tan sofisticadas, aparatos, que nos preguntamos: ¿Y nuestro interior? ¿Dónde queda la vida del espíritu?¿valdrá la pena continuar viviendo en esta tónica? ¿Dónde están las enseñanzas que Jesús nos mostró en su calidad de hombre?
¿Nos sentimos afortunados o inteligentes pensando que somos mejor que las demás personas, que nuestros semejantes son los pecadores?
¡Cuidado, este puede ser una trampa del enemigo que nos lleva a vivir el tiempo de la cuaresma, sin la debida importancia, pasando superficialmente sin tener en cuenta que somos seres espirituales y que el espíritu es antes que la materia.
Dice un refrán: “Donde está tu tesoro, allí está tu corazón”. Si en verdad tu tesoro está en Dios, no te preocupes. Mas si tu tesoro está en las cosas o en lo vulgar del mundo, buscando ansiosamente fama, dinero o poder entonces sí preocúpate, porque necesitas con urgencia volver a Dios, el cual te espera con los brazos abiertos, deseando que en esta cuaresma y año jubilar de la misericordia, encuentres paz en ti mismo y con aquellos que compartes tu vida.
No te distraigas, pensando si el vecino ya dejo lo malo que hacía, tu concéntrate en tu vida personal, familiar y descubre con sinceridad lo que hay en tu vida de bueno o de malo. ¡No olvides…. el Señor nuestro Dios te pide al igual que al árbol de la higuera, frutos y frutos abundantes de acuerdo a tantas bendiciones recibidas en tu vida!
Un ejemplo del cambio de vida que nos pide el Evangelio lo encontramos en los santos: San Pablo quien afirma: “Todo me parece basura comparado con el conocimiento y la vida de Cristo”. Y por su parte San Agustín señala: “Inquieto, Señor, esta mi corazón hasta que no descansa en Ti”.
¿No te agrada buscar al Señor y vivir el resto de tu vida en amistad y viviendo para Él, de quien lo has recibido todo?
Cristo te espera en esta Cuaresma.
Pbro. José Medina Montoya
Casa San José
Reflexiones
¿Eres el dueño de tu vida o el administrador de la misma?
Cuando tengo oportunidad de dialogar con jóvenes el tema obligado es la profesión y mi pregunta es: ¿qué relación tiene la profesión con tu vida?
¿A caso sientes que eres el dueño de tu vida o el administrador de la misma?
Administrar no es fácil, máxime cuando el contenido de la administración es tu propia vida o la de tu familia.
La iglesia, cuya tarea es revelarnos la vida de Jesús, nos hace verdaderos signos: que están íntimamente relacionados a la administración de la vida, a saber:
LA TÚNICA ( ropón que representa la pureza de vida, Isaías 1:16; 48-10) la amistad que el Señor nos ofrece y que debemos acrecentar día a día.
LA LUZ ( cirio, vela) como signo de vida que como misioneros debemos llevar a nuestros ambientes de familia y sociedad
¿Hace tanta falta la luz del Espíritu en nuestras vidas? El Señor en su Evangelio de un modo franco nos dice: “Yo soy la luz del mundo, el que me siga no andará en tinieblas (Mt 5:14).
Esta tarea no es fácil, con nuestras propias fuerzas; no podemos cumplir. Pero el Señor nos dice: “No tengas miedo, yo estoy contigo” (Mt 14,31 10:30).
Estrecha tu amistad con Él…. métete en su misma frecuencia y deja que su Espíritu llene tu vida…. Y te darás cuenta que es posible y que esta puede ser la experiencia más hermosa de tu vida.
Dios, como nos ha enseñado a su Hijo, es la prioridad de vida. Él es el dueño de nuestra vida y de nuestra familia, por lo tanto hay que estar en comunión con Él para captar lo que Él quiere de nosotros.
Con el fin de que esta reflexión llene a tu vida como discípulo de Jesús, te comparto alguna interrogante, esperando que te ayuden a tomar conciencia de tu papel de administrador de tu vida.
– ¿Estás convencido de que Dios es el dueño de tu vida y que tú solo eres el administrador de la misma?
– ¿Estás ubicado como persona sabiendo de dónde vienes y a dónde vas y de tu importante rol de familia?
– ¿Dios es una realidad de familia para ti, la cual la tomas en serio o como el niño o el joven que chantajeas a sus padres?
– ¿Tu prioridad es la familia o sólo te vales de ella para pernotar, alimentarte y lograr tus metas?
– No dudo que la tecnología es un medio actual de comunicación y de prosperidad, pero la usas como medio o como fin y descuidas tus obligaciones.
¡Ojalá que ahora que gozas de salud y de vida puedas enmendar lo que no va de acuerdo a la administración de tu vida y de corazón te deseo crezcas en virtud y en amor al estilo de Jesús!
Pbro. José Medina Montoya
Casa San José
Reflexiones
¡Eres discípulos de Jesús!
Aplícate a mejorar tu ambiente
¡Es admirable la respuesta que Jesús da a los escribas y fariseos, respeto a la mujer sorprendida en adulterio!
No viola la ley de Moisés, ni permite que se castigue cruelmente a la mujer.
Del corazón de Jesús brota, según los pasajes bíblicos un gran respeto por la persona y un amor por los pecadores.
Desgraciadamente no es así entre nosotros, sus discípulos: en el presente nuestro ambiente respira mentiras, fraudes, violación a la ley y ésta no se aplica con justicia y menos aún con misericordia.
Todo esto en nuestros tiempos parece normal; sin embargo, las consecuencias son funestas. Existe desorden en la familia, en el trabajo y en la sociedad.
Constatamos que falta formación humana en los hogares, en el ámbito laboral y social; con frecuencia se mete zancadilla al vecino para tirarlo y para seguir buscando escalafones.
Es de admirar los criterios humanos y a: “No juzgues y no serás juzgados; no critiques y no serás criticado; no condenes y no serás condenado”. ¡Con la vara que midas, se te medirá!
El libro de los salmos en el número 100, agrega: “Al que en secreto difama a su prójimo lo haré callar; no habitará en mi casa quien comete fraudes; el que dice mentiras no durará en mi presencia”. Y algo muy relevante de nuestro Año Jubilar: “Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia”. “Yo no quiero la muerte del pecador sino que se convierta y viva”.
Así se expresa Jesús de un modo contundente. Estas enseñanzas nos invitan a cambiar nuestra forma de vida.
Somos discípulos y estamos llamados a admirar y a ser vida esa doctrina del Maestro de vida, Cristo Jesús.
Nosotros tampoco podríamos tirar la primera piedra, pues estamos manchados por el pecado. ¡Qué bien nos cae la palabra: Convierte y cree en el Evangelio de Jesús!”.
Pbro. José Medina Montoya
Casa San José
Reflexiones
Empieza un nuevo año religioso
Con la fiesta de Cristo Rey termina el año Litúrgico del 2015 y con este primer domingo de Adviento, iniciamos el Nuevo Año Religioso. Son cuatro domingos que nos ayudan a prepararnos para la fiesta de la Navidad o Aniversario del nacimiento de Jesucristo.
Es cierto que son días de júbilo, pero también es tiempo de reflexión, oración, de encender las velas de la corona de Adviento; estos son signos de cómo debemos PREPARAR NUESTRO CORAZÓN, PUES NUESTRO INTERIOR ES EL LUGAR IDEAL DONDE JESÚS QUIERE NACER.
Por lo tanto, hay que limpiar y adornar la casa, montar el nacimiento, los peregrinos, las posadas y purificar nuestro interior.
Nos puede ayudar bastante en dicha preparación los siguientes domingos 29 de noviembre y 6, 13 y 20 de diciembre, participando en nuestra misa dominical, convencidos que en ella está vivo Jesucristo. Que Nació, Vivió, Padeció, Murió y Resucitó por nosotros.
¡Qué gran misterio el de la encarnación del Verbo, (Jesucristo)! ¡Jesús se hace hombre¡ ¡Toma nuestra naturaleza para compartir su vida con nosotros! ¡Se hace hermano para mostrarnos como se puede vivir como hijos de Dios!
Gracias a ello, nosotros somos hijos de Dios, inmortales en nuestra alma y nuestra vida esta encausada en la santidad y a disfrutar de toda una eternidad en compañía de la Santísima Trinidad, la Virgen, los santos de nuestra devoción y santos de nuestros familiares y amigos que se nos han adelantado, que ya gozan de Dios en el cielo.
Esto nos parece insólito: pero Jesús nuestro salvador, que nace en un pesebre nos lo ha ganado.
En consecuencia, cuánto tenemos que agradecer a Dios por este Hijo que quiso compartir su vida con nosotros los hombres de hoy y de todos los tiempos.
Y para ello te propongo que nos preparamos en este navidad: con la alegría y con sobriedad en la comida, bebida y fiesta.
Con convicción de nuestra vocación cristiana, pues somos hijos de Dios, y conviene participar en nuestras eucaristías con puntualidad, atención y entrega.
Con sinceridad reconociendo que somos pecadores y que necesitamos el sacramento de la reconciliación.
Recuerda: ¿De qué serviría haber pasado tantas navidades, si Dios no ha nacido en tu corazón? Date la oportunidad y permite que Jesucristo viva contigo y con los tuyos en esta navidad.
Pbro. José Medina Montoya
Casa San José
Reflexiones
FIESTA DE LA EPIFANÍA
El término epifanía no es muy común, pero contiene una riqueza insondable. Con este acontecimiento nuestro Señor nos quiere decir cuánto nos ama. Él ha nacido no solo para el pueblo de Belem, sino para todos los pueblos de la tierra y para todos los hombres. Si entregó su vida por nosotros es para salvarnos a todos. El mayor gusto que le podemos ofrecer es cooperar con Él, para que seamos salvos. En palabras de San Agustín: “Inquieto Señor, esta mi corazón, hasta que no descanse en Ti”.
Sí, Jesús no nos ha rescatado con plata y oro, sino con su sangre preciosa que ha derramado para nuestra salvación, afirma el apóstol Pedro.
El problema radica en que existen factores de distracción, falacias, que es difícil encontrar el momento de un total silencio para preguntarnos: ¿Qué estoy haciendo de mi vida? ¿Hacia dónde camino?… descubro que la vida es breve, pero ¿cómo la estoy aprovechando? ¿Me pregunto con frecuencia los domingos en la hora de la santa misa: Señor te agrada mi vida personal y familiar?
Como niño, joven, jefe o ama de casa ¿qué sentido le doy a mi escuela y trabajo? ¿Es solo con el afán de ganar dinero o dominar la tecnología? ¿O es con el propósito de tener lo necesario y con mayor facilidad agradar a Dios con mi vida, intenciones y trabajo?
Recordemos la frase la Sagrada Escritura: ¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si pierde su vida, si pierde su alma, la cual es la que da vida al cuerpo y sentido a la misma?
Ahora pues, que nuestros niños se gozan con sus regalos con motivo de día de Reyes, aprovechemos este maravilloso intercambio, para convertirlo en el cambio que Dios realiza con nosotros. Recibamos espiritualmente la Divinidad de Jesús, nuestro Salvador y démosle nuestra humanidad para que en este año de la misericordia, Él la cambie en una fusión maravillosa que nos transforme en hombres nuevos, imágenes de Él en el mundo, en nuestros ambientes y sobre todo en nuestras familias.
¡Feliz fiesta de reyes para todos y de un modo particular para los pequeños!
Pbro. José Medina Montoya
Casa San José